La adolescencia de Miriám/María finaliza de una hora a otra. Un anuncio le pone un hijo en el regazo. Aquí tenemos la historia de una joven, obrera de la divinidad, narrada por ella misma. Miriám, judía de Galilea, arrolla toda costumbre y toda ley. Ha callado. Aquí se narra su gravidez arriesgada, el viaje y la perfecta eclosión de su regazo. La historia sigue siendo misteriosa, sagrada, pero con las cuerdas vocales de una madre yunque, fábrica de chispazos.